És llegeix esplendidament i arriba al més fons del lector. Una obra mestra.
Finalment, com a mostra de la genial prosa del autor, ressenyem el començament de l'últim capitol:
La caída.
Corría el mes de enero. Helaba. Los diez hombres que se hallaban presentes llevaban el cuello del abrigo levantado y las manos metidas en los bolsillos.
La mayoría intercambiaban frases inacabadas mientras golpeaban el suelo con los pies y lanzaban miradas furtivas en una misma dirección.
Sólo Maigret, con el cuello hundido en los hombros, se mantenía aparte, y su actitud era tan hosca que nadie se atrevía a dirigirle la palabra.
Algunas ventanas de los edificios cercanos estaban iluminadas, porque apenas había amanecido. De algún lugar llegaba el estruendo metálico de los tranvías.
...............
Per al pròxim mes proposem la lectura
de la sisena novel·la del nostre
benvolgut comissari: EL PERRO CANELO.